El circo de Bigotico

lunes, 7 de septiembre de 2009

Estuve paseando de vacaciones por la costa oriental del lago (COL), exactamente en Los Jobitos, pueblo de donde es oriunda mi suegra, así como su tía, la famosa vieja de los mangos y la cerca. No dejó de asombrarme el hecho que las mejores vacaciones no son aquellas que van adjuntadas con la playa de moda y un buen hotel o la posada mas cómoda, les aseguro que con una buena hamaca, la presencia de mi hijo y mi esposa, una familia que se desvive por atenderte y mantenerte alegre, obviamente la orilla de la playa y una piscina para 4 personas, regalada, dejenme decirles que mata cualquier moda de esparcimiento veraniego y que realmente se descansa como se goza... así fue mi pasada por Los Jobitos.

Me tocó ir a "punta e' leiva" a comprar lisa para el almuerzo. Recorriendo de Los Jobitos hasta dicha punta, perdí la cuenta de los depositos de licores que habian en el camino, les aseguro que ni la casa del alcalde de esa localidad estaba tan bien pintada como cada uno de esos botiquines donde los jobiteros y punteros se pasan los fines de semanas olvidando penas, alegrando corazones y porque no que es lo seguro, refrescandose del calor incesante de este lado del charco que pega mas que una cotiza de suela de caucho de un guajiro cepilladero, ni la escuela de la localidad, próxima a empezar el año escolar, esta tan bien decorada y bonita como uno de estos depositos.

En fin, a lo que iba, en medio de las cosas asombrosas de los pueblos venezolanos, ví como también los punteros y jobiteros se entretienen. En medio de un solar que se abre a manera de carretera en forma de "Y" estaba en el islote un circo, no era de los Valentinos, ni mucho menos el Thiany (presentes en la ciudad en el periodo de vacaciones escolares), pues este era el circo de "Bigotico".

Bigotico, un circo comprendido de una carpa, no muy grande, pero carpa, igualmente le acompañaban tres tiendas mas pequeñas atras de la estructura, cerradas en el momento, apenas llegaba la media mañana, supuse que allí dentro estarian durmiendo los artistas luego de la función nocturna que debió alegrar a mas de algún niño/a que se pierden en esos lugares entre la pesquería y el contrabando de gasolina y licores.

No se si para estos muchachos es la mejor diversión que al pueblo pueda llegarles, pero si parto de que el mejor esparcimiento también se aprende en familia, en el lugar donde vives y creces seguramente que lo disfrutaran al máximo... así como yo disfruté mis vacaciones, que aunque no fueron en un resort de Maragaita o en Los Cayos, me la bacilé en Los Jobitos con lo único que necesitaba, mi esposa, mi hijo, mi familia y las buenas ganas de disfrutar de las vacaciones.

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