LA PIQUETA DEL ZAGUAN DE LUZ

lunes, 7 de abril de 2008

Entré a la Universidad del Zulia en 1992 sin pensar que algo bonito estaba por suceder en mi vida de universitario.

Entre los pesares de haberme equivocado de carrera pasé de la ingeniería a la veterinaria... y de la veterinaria a la música -¡¡¡bueno muchacho!!! ¿y con qué carrera te quedaste? - pues digamos que aunque para la epoca no existía aun una escuela de música constituida en la universidad, el Zaguan de LUZ me abrió abrió las puertas para formarme como un ejecutor del cuatro de la música folklorica venezolana, luego vino el piano, la percusión, la mandolina, el bajo eléctrico, la composición, el canto, la dirección, la disciplina y la gerencia de pertenecer a una agrupación que hacía lo imposible por cumplir sus compromisos con la comunidad universitaria, con la región y el país.

Muchas veces fueron las cuticulas las que tuvimos que utilizar por reemplazar las uñas que tanto se habian desgastado de tocar cuatros irreparables, mas de una ocasión nuestros callos volvían a romper de sangre para bañar los cueros babeados e inservibles que no afinaban de tanto pernoctar en cuatro paredes de aire acondicionado, y los tambores muchas veces funcionaron de mesitas de trabajo porque a toda costa querían que el Zaguan sonara a fiesta... pero de la barata y en eso nos resistiamos porque si querian que sonaramos a fiesta sencillamente los invitabamos al auditorio Alí Primera de la facultad de ingeniería o al de humanidades, o que fueran a disfrutar de la buena cultura en los patios de la universidad o derrochando arte en el Lía Bermúdez o el Teatro Baralt. Zaguan daba para todo, para vestirse de fiesta como lo decía Alí Primera "...vamos a lavarle los miaos al carajito..." dispuesto a enarbolar la cultura popular entre amigos y camaleones.

Pero... lo lograron, lograron convertir a la agrupación que me permitió en 8 años de mi vida formarme como un conocedor de lo que esconden muchos rincones de Venezuela donde la gente se atreve a manifestar las cosas que le suceden en su vida a fuerza de pura música de garganta y trajinar de cueros, lograron convertir al Zaguan de las gaitas perijaneras de Ofelia Oberto en gaitas que solo suenan a timbal, güira y bochinche, convirtieron al Zaguan de Juan de Dios Martínez en una fusión de ritmos sin sentido que deparan en lo mas común de la musica comercial, convirtieron al Zaguan de LUZ en una maquina de musica que solo suena para divertir a la gente con whiskey en la mano.

¿Donde quedó la investigación de Mayde Pirona y Yolanda Delgado? ¿A donde fue a parar la María Castaña... aquella mochila de percusión menor que emitían los sonidos naturales de la musica venezolana que acompañaban las voces y las letras de Lola, Olarys, Adriana, Gisela, Wendy, Lucy, María Alejandra, Beto, Ana María, Chander y muchos mas? ¿Donde quedaron los cumacos que recital tras recital iban cargados de ganas de explotar en las manos de Juan Pablo y Juan Luís, Ninoska, Andreina, Cesar, Oscar y Nene, Eliezer, Randy para sacarse la alergia de los aires acondicionados? ¿Hasta donde tensaron las cuerdas de los cuatros, requintos, bajo y mandolinas que tocaron José, Andres, Obert, Manuel, Manuelito, Martín y este servidor?

El Zaguan se fué como El Saladillo, nada mas queda sobre ruinas un nombre que le dio la vuelta entera a Venezuela y a otros lugares fuera de nuestras fronteras, conociendo de cerca las distintas manifestaciones musicales que la gente pare como agua del rio, para luego hacerlas sonar como quien se acuerda de la música que escucha cantar de la mama o de la abuela... pues mataron a la madre y la abuela para quedar los hijos gastandose una herencia, un legado que aun vive en mi memoria y no morirá jamas de los que fuimos una vez el verdadero ZAGUAN DE LUZ.

A levanta mi negra...
M.V. Lcdo. Mario Pérez Chacín
perezcha75@gmail.com

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