CIUDAD DE POBRES CORAZONES

sábado, 2 de febrero de 2008

Ya es normal querer conseguir cosas con su dosis de corrupción... la venden en botica, como reza el refrán maracaibero. Es increible pero cierto y me ubico en esta ocasión en cierta película del nuevo cine mexicano llamada "La ley de Herodes", una pelicula basada en la historia de un pueblo de esos que se olvidan hasta en los mapas y donde llega Juan Vargas (actor principal interpretado por Damián Alcázar), un un funcionario de buen corazón que con el pasar de los días y encontrandose en un lugar acabado por el olvido, no le queda mas remedio que dejarse llevar al complacer las pequeñas corruptelas que cada personaje del pueblo hacia para vivir en "paz", claro... la verdadera razón era que, o entraba en juego con el pueblo o terminaría decapitado por el mismo, y para curarse de males tuvo que contagiarse de lo que emanaban los demas, con cierto grado de autoridad para hacerse sentir y al mismo tiempo se mojaba las manos para estar bien con todos.

En fin, trasladandonos a la vida real cualquier parecido pudiera ser muchisma coincidencia, porque hoy pagamos para que nos busquen el cupo del pasaporte, o sino del otro lado, amanecemos para buscar cupos de pasaporte y cobrar casi las del kino. Pagamos para comprar bonos de CADIVI y dejamos vender tales bonos hasta que te sale un viaje de imprevisto y adios luz que te apagaste que los dolares bye bye.

Pagamos para obtener la licencia y despues culpamos a los gobernantes, en especial la municipalidad porque no hace nada al respecto en las calles controlando el tráfico y por eso tantos accidentes provocados por gente que no sabe ni un zipote que es una señal de transito.

Pagamos por la cedula, la leche, los pepitos, el mani y pare usted de contar que otras cosas habremos pagado para "vivir tranquilos"... que tristeza realmente, pero como me da pena vivir en una ciudad de pobres corazones, donde lo que importa es el tiempo en que te tardes viendo tu ombligo.

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