Antes de plantear lo que diré en este blog, quiero aclarar que toda mi vida he seguido las actuaciones de la vinotinto, viviendo las amarguras de una epoca oscura donde nuestro futbol no llegaba a ser ni amateur y tambien me tocó vivir las alegrías que nos regalo a todos los/as venezolanos/as la era de Richard Páez.
No hay duda, por un momento creí que dejabamos de ser la cenicienta en el futbol suramericano pero definitivamente el dinero y el interes muestra por unos años que la princesa que siempre salía al terreno se colocó un jeans para estar mas comoda y ahora comienza a quedarle apretado.
La seguimos cagando en el futbol. Realmente da pena la actuación de la vinotinto en estos dos ultimos partidos, el primero contra Perú, el equipo mas inconsistente de la eliminatoria, jugando prácticamente con la banca nos sacó tres puntos en la cara en un juego sin ton ni son para los nuestros. El segundo lo perdimos 2 -0 contra un mounstruo que no deja de crecer y con el pasar del tiempo, aunque su futbol local no se asemeja al de Brasil y Argentina, Paraguay completa la constelación de las "tres Marías" del futbol en suramerica, dandonos muestra que aun estamos en pañales.
Insisto, seguimos viviendo de los sueños y no los hacemos realidad, creemos que nuestros "extraterrestres" (Juan Arango) nos van a hacer el juego para derrotar nuevamente a Brasil, y digo esto por la exaltación y canonificación de estos jugadores en un partido por Meridiano Televisión ySport Plus donde en vez de escuchar narradores y comentaristas, presenciamos a tres o cuatro tipos sentados como en la grada de una cancha aupando y empujando los balones a fuerza de gritos y asombros, en vez de hacer el trabajo que tienen que hacer: narrar y comentar un partido de futbol.
De atras pa' lante y de alante pa' tras... pero no pegamos una, y si así lo llevamos a otra disciplina, pasa lo mismo en el beisbol, pasa lo mismo en el Voleybol, en el Softbol y en los deportes de alto rendimiento; gracias a Dios no llega a pasar tanto en el deporte amateur que es la unica salvación que nos queda, porque disfruto mas viendo una final de pequeñas ligas por el calor y la pasión de los muchachos que ver jugar a un venezolano en la gran carpa. Jugamos solo para lucir, para que nos vean, pero la casaca aun no se suda, no se deja en el terreno y a lo mejor los mas rojitos diran que es culpa del capitalismo salvaje y los azulitos diran que es culpa del gobierno por no hacer el esfuerzo de codiar mas a nuestros atletas en competencias internacionales.
¿Donde está el meollo del asunto? no sé... pero lo que sí sé, es que el problema comienza por Usted que me esta leyendo al no ponerse la camiseta cuando juega el seleccionado, cuando no deja todo botado para salir a apoyar a su equipo, el que no pinta el parabrisa posterior del auto con algún apoyo a su equipo gritando la esperanza de cambiar la historia, eso mi estimado lector se lleva en la sangre y no en el bolsillo como vivimos desde hace mucho tiempo, por eso a cualquier artículo que no nos gusta, simplemente lo desechamos y nos compramos otro... como por ejemplo la camiseta de Brasil que lucimos mas que nuestros propios interiores y pantaletas para sentir que ganamos aunque sea con equipo ajeno.
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Estuve en Caracas la pasada semana, talleres, reuniones, tertulias y un poco de distracción... y en una de esas salidas pasé a pie al frente de la biblioteca nacional y me encontré una bella pancarta (foto) que lucía muy sonante en una de sus entradas y me pregunte ¿acaso es la cultura que queremos?.
