MARACAIBO LA DEL TRAFICO MARGINADA

miércoles, 16 de enero de 2008

Ha sido una semana agria con los sabores comunes de la desesperanza (¿muy profundo no?)... modestia a parte, ehhhh... perdón mi privilegiada posición de haber tenido educación en mi vida. A mucha honra debo confesar que mi padre es uno de esos venezolanos que "largaron el forro" (dícese del que se sacrifica trabajando en este caso) para sacar a flote una familia de 3 hijos y una mujer que es mi madre que no tuvo mas que un 6to grado de escuela pero es de esas mujeres que no le faltó tener que ir al colegio para aprender a ser una ciudadana, ella es cosecha de la buena, de la que se hace en casa y para muchos casos la escuela no hacia falta.

A ellos le debo la buena educación, no la que habla del buenos días señorita, que pase un buen día caballero, pase usted tenga la bondad... eso déjenselos a los cuentos y las películas inglesas. Cuando me refiero a buena educación es saber callar cuando no se debe hablar y decir las cosas cuando hay que decirlas, porque si te callas... como decimos en el Zulia: "perdió pastora".

Toda esta introducción tan larrrrrrga es para agarrar mínimo y enfriar la cabeza por lo vivido ayer cuando me toco desplazarme en un carrito por puesto de la línea que cubre la Av. La Limpia hacia el taller donde se encontraba mi carro, que por causas de su edad estaba achacoso y le tocaba consulta con el electricista. Volviendo al recorrido en la avenida más transitada de la Maracaibo, por ende la más anárquica, el chofer haciendo alarde de su destreza al volante hizo la maravillosa pregunta: ¿alguien se baja antes de Galerías?... todos con caras de querer llegar lo mas pronto dijimos al unísono un bello NO.

Nueva ruta, Urb. Sucre, atajo perfecto para sacarle el cuerpo a la cola que se forma en Av. La Limpia con Av. Universidad, desembocamos como canoa fuera de los rápidos a otra avenida un tanto menos congestionada pero perfecta para hacer la maroma, el desastre, la infracción... cruzó a su izquierda, el chofer, y evadiendo la cola de vehiculos se comió unos 100 mts del canal contrario para luego desembocar en donde comenzaba la isla antes del semáforo y concluyó su maroma robandole la derecha al carro que bordeaba el comienzo de dicha isla. No solo fue la maracuchada, tampoco bastó que le robara la derecha al cuasi colega sino que ademas hubo dialogo no deseado... "¿vos te creéis qué en esta verga la calle es solo tuya?"... la respuesta común a la reacción del casi siniestrado por el robo de su derecha fue un poco mas altisonante: "move ese pote, que lo que lleváis en esa cabeza es mierda guajiro er coño!!"... (silencio de tumbas dentro del interior del carrito) el tipo envistió a su casi colega y logró entrar en la cola de vehículos a dos carros de cruzar la gloria de un semáforo en rojo que se tarda mas en cambiar que en trabajar.

En esos momentos es cuando uno dice... ¿contribuyo con una mejor sociedad diciéndole al chofer que hizo mal, que puso en riesgo la integridad física de sus pasajeros, que insulto a una persona extraña sin tomar las consecuencias que pudiera ser peor la reacción del adversario si hubiera tenido una llave de cruz a la mano?... o ¿quedarme callado fue lo mejor?... realmente no sé en estos días cómo construir una sociedad mas humana, porque definitivamente a fuerza de observaciones algún día te encuentras un atravesao y adios luz que te apagaste.

Menos mal que iba en ese carrito, porque de haber sido yo el que iba manejando del otro lado, como me ocurre todas las mañanas cuando voy a mi trabajo, hubiera sido la quinta o novena madre que hubiera recordado en un día de regreso o ida a mi trabajo y a lo mejor hubiera sido yo el atarvesao que hubiera apagado la luz del otro. Definitivamente la violencia, es contagiosa.

1 comentarios:

Mujer en Constante Crecimiento dijo...

definitivamente me he rido demasiado esta mañana con tu blog, cosas que nos pasan a tods, de alguna u otra forma. Que en el momento nos avergonzamos... nos callamos aunque nuestras palabras quieran salir...
Sufrimos una agonia que ironicamente nos hace reir.